lunes, 4 de agosto de 2014

10 consejos para pintores jóvenes (10) Son todas mentiras



No hay mucho más para agregar. Ha sido una buena experiencia y espero que de algo les haya servido estas diez entregas. En todas las actividades artísticas, además del educador, deberíamos tener un consejero que nos dé una mano en los momentos difíciles y que nos oriente. Sin imponer su forma de hacer y que vislumbre por dónde van las condiciones de cada alumno. ¡Ese es el verdadero maestro!

Por Rubén Reveco, licenciado en Artes Plásticas


Desde mi propia experiencia, siempre he lamentado el no haber tenido la guía, el consejo certero, la palabra justa y el apoyo cuando uno está desorientado.
Pasé por tres facultades de arte y de ninguna recuerdo algún tipo de influencia positiva o algo que rescate en especial como enseñanza. Muchos profesores, todos preocupados sólo de cobrar el sueldo a fin de mes y mantener su trabajito.



Las facultades de arte están llenas de pintores que con mayor o menor grado de prestigio artístico asumen -por necesidad laboral- el dar clases, pero no son pedagogos. 


Después de 20 años de no hacer nada regresé para pintar nuevamente. No porque haya encontrado el apoyo de mi entorno, ni porque apareciera el “sabio” que te empuje en la dirección correcta, sino porque los años te hacen madurar e inclinarte por una postura de tipo ideológica que te sirve para sostener lo que haces.




Yo elegí el realismo, la figura humana, el desnudo y el erotismo. Ustedes verán con el tiempo porque se inclinan, pero cuando lo encuentren no lo abandones. Háganlo crecer, madurar y defiéndanlo con sólidos buenos argumentos.


Estamos en una época marcada por la impronta de la militancia. Y creo que el artista también tiene que ser un militante, pero no hablo de política sino de arte. Darle valor ideológico a tu arte para sostenerlo. Conocer y aprender para que no te pasen “gatos por liebres” o te muestren ciertas vetustas tendencias de las artes como el último grito de la moda.


También tendrás que soportar la “propaganda revolucionaria”. Te dirán “que debes ser creativo, moderno, contemporáneo, que ya no se pinta, que basta con una instalación como para estar en los medios y te digan “genio”. ¡Mentiras!, son todas mentiras. 


Lo he dicho una y otra vez, en el arte hay muchos sin talento que no quieren quedarse afuera, folletineros que escriben barrocas adulaciones, muchos periodistas que posan de informados  y la mayoría de los espectadores totalmente desorientados.


Sé fiel contigo mismo. Si crees tener talento no lo desperdicies, demuéstralo. La naturaleza te ha privilegiado. Mucha suerte.


4 comentarios:

  1. Absolutamente de acuerdo contigo felicitaciones por tus pinturas.

    ResponderEliminar
  2. Me encanta lo que aconsejas, pero que pasos harias en un comienzo....cual seria a la pri. Saludos persona que acudirias? Curador? Galeria?...y donde se puede tener la posibilidad de explorar la mayoria de los géneros sin caer en la escuela de Bellas Artes ...

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  4. Sí, exacto. Muy acertados tus comentarios. Yo también he vuelto a los pinceles después de muchos años y de muchos intentos frustrados y frustrantes en mi juventud.
    Mi error (ahora lo sé) fue creer que la sola idea sumada a las ganas podrían dar un buen resultado. No fue así. Hizo falta escuela. Técnica, trabajar mucho con las proporciones, la geometría, el peso del color, los valores, etc. Recién ahora estoy consiguiendo resultados que me satisfacen.
    Uno admira a los mitos de rock pero no se fija en los diez o quince años que pasaron frente al piano tocando a Mozart o Lizt antes de hacer el primer rock and roll que valiera la pena. Creo que con la pintura pasa igual. Hace falta pintar mucho, reinterpretar a los maestros y con el tiempo te vas encontrando con los verdaderos problemas y resolviéndolos. Por qué esa mancha está allí o qué efecto produce una diagonal.
    Ves que cuando dominas una técnica, cuando le das unas vueltas de tuerca, puedes pintar cualquier cosa. Recién entonces tiras de la idea, de la experiencia de vida, de tus motivaciones, tus denuncias, tus dolores, tus amores y pintas un cuadro, tu cuadro, tus cuadros.
    Cuento mi vida porque no conozco otra y la puerta por la que ha asomado una lucecita. Si alguien conoce un camino más corto, que lo diga.
    Un saludo.

    ResponderEliminar

Redes